La firma Pronovias es siempre un acierto para cualquier ocasión.
La larga experiencia con la que la empresa cuenta se filtra en todas sus decisiones, una tradición que se remonta a sus orígenes en «El Suizo” un establecimiento inaugurado en 1.922 en Barcelona especializado en encajes, sedas y bordados para las novias. El savoir faire se desprende de los casi 100 años que la familia lleva dedicados a cumplir los deseos y cubrir las necesidades de las novias. Un espíritu que con el paso de los años prevalece por encima de cambios y modas como un verdadero estilo de la casa.
Uno de los valores que más nos ha embaucado es: «Su majestad el cliente». La razón del Grupo es la satisfacción total de sus clientes. Hacer del día más especial en la vida de una mujer su razón de ser, ha llevado al Grupo a desarrollar un profundo concepto de calidad en todas sus actividades y productos.
Pronovias nos ofrece una variada selección de trajes tanto para madrinas como para invitadas y damas de honor.
Madrinas
Traje largo y mantilla si el novio lleva chaqué.
En una boda de mañana, podrá lucir traje corto y pamela o tocado, o traje largo y mantilla. Aunque la opción más acertada a cualquier hora es traje largo y mantilla, blanca si es soltera o en presencia del Papa, y negra si es casada o viuda. No irá de negro ni de blanco, totalmente prohibido para una madrina. La más recomendada es la teja -peineta- alta y, por supuesto, un escote discreto. Tampoco podrá llevar manga corta y, si lo hace, será acompañada por unos guantes, pues el protocolo exige que la madrina lleve los brazos cubiertos.
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Damas de honor
Hay una creencia popular en la que las damas de honor deben vestir con trajes poco agraciados o atractivos para no «hacer sombra» a la novia. Pero no es así. Deben vestir de largo, sea a la hora del día que sea la boda, con un traje sencillo de telas similares a las que se utilizan en los vestidos de novia y de comunión. Elegid un mismo largo y tipo de vestido para todas las damas de honor, que no parezca que cada una se ha comprado el vestido que más le ha gustado. Mantener la uniformidad.
Colores para bodas de día: amarillo, verde limón, rosa, lila, azul celeste, turquesa, salmón, rosa palo, anaranjado.
Colores para bodas de noche: azul marino, verde oliva, verde, rojo, cereza, café, dorado, plateado, morado.
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Invitadas
El traje de cóctel o vestido de cóctel, podríamos decir que se sitúa, en elegancia, entre el traje de noche y el vestido corto, aunque no siempre es así. A diferencia del vestido corto, suele ser más elegante (puede llevar pedrería y otros detalles de lujo), y el largo suele ir hasta la rodilla o un poco por debajo de la misma. Hay autores que equiparan el vestido corto y el traje de cóctel como una misma prenda.
Los de satén son muy utilizados, aunque el tejido utilizado depende, en gran medida, de la temporada para la que sea. El carácter de «elegancia» del vestido se verá muy influido por el lujo en sus telas (bordados, pedrería …), ya que puede servir como prenda de gran etiqueta, para acompañar a un frac o esmoquin, o puede ser una prenda de media etiqueta, con tejidos y diseños más sencillos, para acompañar a un traje oscuro de corte clásico.
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El bolso recomendado, es el de mano, pequeño, y que puede ser de materiales muy diversos como el metal, carey o tela con pedrería
Los zapatos de media altura (aunque se admite el alto y el plano, también, dependiendo la ocasión). De corte actual y a juego con el vestido. Los bolsos preferiblemente pequeños o medianos de muy diversos materiales. Siempre, incluso en verano, es mejor vestir medias, pues hacen más bonitas las piernas de las mujeres. Hay que evitar utilizar lentejuelas, plumas y diseños más apropiados para la noche. El maquillaje discreto, pero puede optarse por colores más atrevidos y vivos que los utilizados para la noche.
Hay bodas, o ceremonias, en las que no se puede o no se debe salir de la etiqueta del traje largo, bien porque lo exija el protocolo, bien porque seamos testigos o bien porque se trate de un familiar muy cercano o de un amigo íntimo. En estos casos, lo que procede es el vestido largo. Ahora bien, esto no nos da carta blanca para creernos una actriz de Hollywood y ponernos toda clase de brillos y colas, que la entrada de una iglesia o juzgado no es ni una alfombra roja ni un photocall.
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En cualquier caso nuca debes descuidar el peinado, pues no se puede ir ideal de la muerte con un pelo de muerta o recién levantada. Y no olvides que vas a una celebración así que ¡diviértete!
Por Paula Alonso