Si bien es cierto que los lanzó al estrellato Grace Kelly fueron rediseñados en 1935.
Un gran símbolo que dota de mucha historia en la Maison. Su origen nos hace trasladarnos sobre 1925. Realmente, no se conocía con este nombre, sino con Haut à courroies, no estaba destinado a ser llevado para lucirlo por la calle, era bastante grande, tanto que servía para guardar las sillas de montar y accesorios para jinetes y sus caballos, la traducción sería “con correas encima”. Basándose en este modelo a los 30 años se creó su versión reducida como bolso de mano.
Bolso Kelly
Este modelo de Hermès acabó llamándose Kelly cuando Grace Kelly apareció luciéndolo en 1956 en una fotografía publicada en la revista “Life”, en la que utilizaba el bolso para ocultar su embarazo.
La princesa Grace Kelly usó este mismo modelo para tapar su embarazo antes las cámaras. Recordemos el éxito mediático que poseía por aquel entonces. Fue, entonces, en los 50, cuando este magnífico bolso pasó a llamarse Kelly, en honor a la princesa. Y es que esas imágenes ocultando su embarazo fueron tan famosas y se popularizaron de tal forma que Hermès no tuvo más remedio que llamarlo así.
Esta joven americana aterrizó en Mónaco con 50 maletas y 4 baúles cargados de ropa y accesorios que, en su mayoría, estaban firmados por diseñadores americanos. Más adelante, Christian Dior se convertiría en su modisto de cabecera.
Aunque tras ingresar en la familia de los Grimaldi, su fama se catapultó, lo cierto es que, antes de ser princesa, allá por el año 1955, fue nombrada la «Mujer Mejor Vestida del Mundo», según la lista original fundada por Eleanor Lambert, como así declaró la revista Vogue España, en su número de enero de 2012.
En la actualidad, el bolso Kelly de Hermès sigue siendo un objeto de deseo por millones de mujeres alrededor del mundo. El codiciado accesorio, en su concepción más básica en lo que al tratamiento de pieles se refiere, alcanza un precio que ronda los 6.000 €. aproximadamente. En Paula Alonso los puedes encontrar desde 135€. Todo un lujo que se reinventa cada año. Como anéctoda actual debemos mencionar el hallazgo de un Kelly de Hermés en un cash converters.
El bolso Kelly presenta estructura trapezoidal, ligeramente más ancha en la base, y cierre con solapa, con ligero escalón para pasar las correas de herrajes en metal dorado del cierre y sus asas sobre ella. Para mayor comodidad cuenta con un asa corta superior, e incluye un pequeño candado forrado en su misma piel. Este modelo es uno de los más codiciados de la firma, auténtico icono y bandera de la costura manual. Su elaboración requiere de unas dieciocho horas, y es realizada por una sola persona, de principio a fin.
Lo quiero, lo tengo…
Hermés publicó en su web las plantillas para hacerte tu propio Kelly de papel, un DIY en toda regla. Lo quieres? Aquí lo tienes.
Por Paula Alonso