Cualquier momento es bueno si la intención es premiar o reconocer el valor que tiene alguien para ti. Por ello el 19 de marzo no puede ser menos. En el post del año pasado revelábamos el origen de tan peculiar festividad y alabábamos el impulso que El Corte Inglés y demás gigantes empresariales dan cada año a este tipo de «días especiales». En Paula Alonso celebramos todos los días memorables, sean fiesta nacional o no.
Queremos compartir contigo el entrañable y magnífico corto de La Luna de Pixar en 3D. Tres generaciones y la relación entre padre e hijo, y nieto y abuelo.
Lejos del atacado y reprochado trasfondo consumista, tenemos varias opciones emotivas que no tienen porqué ser consideradas «anticrisis» o propias de hij@s «tacañones». El día del padre es un día especial.
Lo cierto es que cualquier cosa que un hijo regale a su padre ya es en sí mismo justo lo que él quería, así que no desesperes y ten en cuenta que por norma general lo más sencillo es lo más necesitado.
Los regalos son recuerdos
Los recuerdos son regalos… La ilusión que sentía al hacer el regalo del día padre es algo que nunca olvidaré. Hoy nos volvemos locos buscando el regalo perfecto, da igual para qué celebración, de una tienda a otra o de un centro comercial a una web que promete ideas infalibles. Pero lo cierto es que como aquellas manualidades que, con ayuda de la incansable y siempre paciente profe, pensábamos, hacíamos, deshacíamos, nos desesperanzábamos… durante todo un mes, con esa edad el tiempo era casi incuantificable, para llegar a tiempo de que estuviera más que perfecto para ser entregado a él.
Mi primer recuerdo de mi padre
No estoy muy segura de cuál es así que compartiré lo que significa para mí la palabra «padre». Es ese músico que con una cacerola por sombrero, una sartén de pandereta y un cazo por micrófono se convierte en el hombre orquesta para conseguir que el puré de verduras desaparezca del plato al más puro estilo Mary Poppins y su «con un poco de azúcar». Ese mago que convierte un jardín en una plantación de monedas que nadie más que tú encuentra, evidentemente tras guiarte él con el haz de luz de la linterna dónde se encontraban las monedas. Es el «príncipe Carlos» de mi hermana; no sé porqué le llamaba así pero sí que mi hermana desde el balcón le llamaba y aparecía él trotando sobre un caballo blanco invisible. Y, por supuesto, arregla todo mejor que MacGyver y es más fuerte que Superman. Todo esto y más es un padre, tío, abuelo, incluso tu hermano, porque todos son, en algún momento, esa persona que te protege, cuida y regaña.
¿Cuál es tu primer o más feliz momento con tu padre?
«Canción a mi padre» de Marwan:
¿Cómo agradecer, padre, que en mis naufragios tu palabra siempre supo a tabla en el mar? ¿Cómo explicar que nadie me quiere como tú me quieres? Que si te falta aire yo dejo de respirar. Y ¿cómo hacer que entiendas que cuando la parca venga a ti a la Tierra le saldrán dos labios para poder sonreír?
Ya en Madrid te enamoraste de una flor que hoy es mi madre y aunque hablabais diferente os entendíais como nadie. Y buscasteis un futuro en pantalones de campana y aun sigues llevando a casa tantas flores sin pasar por caja. Padre, no sabría explicarlo. Demostraste ya hace mucho que para partir fronteras la sonrisa es un serrucho. Y dimite la tristeza porque al llegar tu risa recuperas a ese niño que algunos pierden de vista.
Por Paula Alonso
me encantan los artículos que habeis seleccionado para regalar en ese día tan especial, muchas gracias por compartirlo con nosotros
un saludo desde http://www.esdepiel.es
me encantan los artículos que habeis seleccionado para regalar en ese día tan especial, muchas gracias por compartirlo con nosotros
un saludo desde http://www.esdepiel.es