Cadiz, ese lugar de espíritu blanco cuyo interior alberga un gran secreto. Y es que más allá de su buen vivir, su luz y su carácter libre nos encontramos un rincón en el que el arte de la marroquinería y el trabajo de la piel ha alcanzado su cumbre: hablamos de Ubrique.
Los comienzos fueron duros, nos cuentan quienes los vivieron, artesanos locales y algunos fabricantes. La artesanía de piel se aprendía de generación en generación. Poco a poco, grandes marcas se fueron marchando al mercado chino pero alertadas por la baja calidad de los productos volvieron, y Ubrique siempre sencillo, siempre modesto, volvió a alcanzar las altas cotas de fabricación de las que disfruta hoy en día.
Bolsos hechos en Ubrique.
Y es que Andalucía lidera el sector de la marroquinería española. Se ha realizado un gran esfuerzo en mejorar la profesionalización del sector, innovación, desarrollo de áreas de marketing, sin olvidar el proceso creativo.
Fabricar en Ubrique es también la consecución de objetivos concretos como el uso de materias primas nobles, la conjunción de la tradición e innovación, la combinación entre global y local y la revolución del slow fashion.
Las carteras, billeteros, bolsos y artículos de piel fabricados en Ubrique son en sí mismo un símbolo de resistencia y de carácter propio y único.
El comprador también juega un importante rol ya que ha sabido priorizar y valorar el artículo.
Esta feliz comunión con el buen hacer y los valores locales junto con la presencia del consumidor, han permitido en Paula Alonso el avance y consolidación en la creación de artículos de piel en Ubrique a través de los años.
El resultado es la creación de carteras, billeteros, bolsos de piel y toda una amplia selección de accesorios donde la calidad es la principal protagonista.
Fdo. Paula Alonso