Llega la primavera y empezamos a guardar los zapatos de invierno, poco a poco porque el cambio de tiempo no llega con la nueva estación inmediatamente…
Las cosas hay que usarlas pero cuanto mejor las cuidemos más nos durarán.
Limpieza de las botas de piel grasa
- tenemos que quitar el polvo y manchas superficiales con un cepillo de cerdas blandas;
- si fuera necesario, frota suavemente la superficie de la bota con un paño húmedo y un poco de jabón neutro sin llegar a empapar la piel, recuerda retirar el jabón;
- déjalos secar a temperatura ambiente y nunca al sol ni cerca de secadores o radiadores;
- Una vez secos aplicar “Grasa de Caballo” con un paño o esponja limpia extendiendo el producto uniformemente por toda la piel. Así le darás a tus botas un aspecto natural y la piel estará siempre nutrida y en perfectas condiciones. Normalmente la grasa de caballo trae unas instrucciones en función del tratamiento de la piel.
Limpieza de botas de pieles con brillo
- Igual que antes pero en vez de aplicar grasa de caballo aplicaremos crema incolora o del color correspondiente a la piel para terminar cepillando la bota con un cepillo de pelo blando hasta sacar brillo.
Limpieza de botas de piel vuelta o serraje
- Lo mejor es pasar un paño húmedo que cubra toda la bota y dejarla secar naturalmente sin exponerlas a ninguna fuente de calor directa;
- en algunas zapaterías o zapateros podemos encontrar spray especial para la piel de ante, con el rociado de un poco de él podemos alargar la vida de la piel.
- si no ves claro el tema del paño húmedo, otro sistema que tampoco falla sería hervir agua en una cazuela y colocar encima de los vapores las botas, que el vapor cubra todas las zonas de la bota, sin que se moje, después dejamos que se seque bien y una vez seco cepillamos siempre en la misma dirección de la piel, suavemente.
Error
Jamás metas tus zapatos de piel en la lavadora ni los envíes al tinte, a menos que sepas que tienen experiencia y no los van a dejar peor, cosa que probablemente suceda.
Si guardas tus botas o zapatos, sucios, doblados, amontonados… la piel tomará esa forma y luego te costará muchísimo recuperar el esplendor de la piel, lo que hará que dejen de gustarte e incluso puedas llegar a tirarlos.
Por Paula Alonso