«Bello, sembra una vespa»
«Bonito, parece una avispa» es lo que exclamó Piagio cuando vio el diseño del ingeniero aeronáutico Corradino D’Ascanio.
Vespa de cine
Míticas son las carreras entre Charlton Heston en vespa contra algunos miembros del reparto de Ben-Hur en bicicleta.
Audrey Hepburn y Gregory Peck recorrieron las calles de la capital italiana.
Jud Law cabalgaba por las calles de Nueva York como el más galán Don Juan.
Nicole Kidman se escabuía del FBI buscando vengar a su hermano y compaginando su trabajo como interprete en las Naciones Unidas.
Vespa hasta en la sopa
Reutilizar, customizar, tunear, acondicionar… Cualquier parte de una legendaria Vespa es digna de ser empleada en todo ámbito de la vida ordinaria.
Para los amantes de las Vespas cualquier lugar es bueno para lucir algún símbolo de su pasión.
Muy poca gente sabe que el ingeniero encargado de la creación del segundo prototipo de la casa Piaggio era un aeronáutico enamorado de los aviones quien diseñó un vehículo de aspecto revolucionario para su época: puso el motor sobre la rueda posterior e ideó el brazo delantero pensando en el tren de aterrizaje de un avión. Según dicen, cuando Piaggio la vio, exclamó: «Bello, sembra una vespa» (Bonito, parece una avispa, en italiano), refiriéndose a la forma del vehículo: parte trasera más gruesa conectada a la parte frontal por una cintura delgada, y el manillar como las antenas.
Por Paula Alonso