Paula Alonso y el efecto 2000
Transcurría el año 99 cuando comenzamos andar el camino de Paula Alonso. Fue en septiembre cuando naceriamos como empresa, aunque la experiencia del equipo arrancó en los años 60. Fue un año curioso. Aún no estabamos complementamente informatizados, seguiamos con miles de papeles de documentación, pedidos y albaranes. La venta online no es que fuese una aventura soñada, sino que era una quimera inimaginable. Sin embargo, también nosotros temíamos la destrucción del mundo civilizado con el temible efecto 2000. El error del milenio que acabaría con todo el sistema moderno creado durante siglos. Una profecía que dejaba en pañales al mismísimo Nostradamus. El 1 de enero del 2000 debido a un error de software pasariamos a vivir lo acaecido el 1 de enero de 1900. Todo un sistema que se iba al “garete” por la extendida costumbre que tenían los primeros programadores de omitir las 2 primeras cifras del año para economizar memoria en el desarrollo de sus programas.
El fin del mundo tal y como se conocía. El colapso global de la economía, el sector energético, financiero, de transporte, sanitario, emergencias… todo estaba en peligro y dos dígitos tenían la culpa.
La alarma se extendió por todo el planeta. Una vez alcanzado el año 2000, los ordenadores y demás sistemas informáticos marcarían el año 00 sin tener en cuenta el cambio de siglo. Todo esto traería fallos empresariales, militares, nucleares,… el fin de la humanidad para muchos agoreros y visionarios estaba cerca.
1 de enero de 2000
El reloj finalizó su particular cuenta atrás hacia el próximo año y el mundo contuvo la respiración mientras esperaba que algo sucediese y confirmar si las alarmas que se habían disparado durante los meses anteriores eran infundadas o justificadas.
Llegó la hora de Nueva Zelanda y no hubo noticias de interés. Australia, nada nuevo. Japón, fallos leves en las centrales nucleares de Fukushima, Onagawa y Shiga. En Estados Unidos ocho centrales nucleares detectaron también fallos leves que no tuvieron ninguna consecuencia.
En España, al igual que Japón y Estados Unidos, también se registraron problemas en las centrales nucleares de Garoña y Zorita, aunque de poca importancia y salvo algún fallo en dos gasolineras de Valencia que no pudieron abastecer a sus clientes y en la DGT, que dejó de recibir datos durante un escaso margen de tiempo.
En el resto del mundo también hubo pequeños incidentes que recorrían el camino de la anécdota más que el de la catástrofe. Páginas web con fecha 1900 o 19100, Telecom Italia envío facturas a sus clientes con fecha de 1900 o una biblioteca escolar de Pennsylvania intentó cobrar a algunos alumnos prestamos por valor de 100 años de alquiler.
El día 1 de enero de 2000 el mundo se despertó como cualquier otro primer día del año y la pregunta que había en el aire era si todas las medidas que se habían tomado habían evitado mayores catástrofes o si se había generado una excesiva alarma.
15 años después la venta online ha sido clave en el crecimiento de muchas empresas, entre ellas www.paulaalonso.es. Nuestros productos (carteras, relojeros, zapatos, botas, bolsos, cinturones, joyeros, guantes, neceseres,…) llegan cada día mediante un click hasta nuestros clientes, los cuales pueden estar en el centro urbano de Madrid, en la costa Brava, en París, en la Gran Manzana, entre canguros en Australia, en la playa de Ipanema o en la Plaza Roja de Moscú. Nuestro escaparate está abierto las 24 horas del día los 365 día del año.
Por Paula Alonso