El verano y otras causas de sequedad y talones agrietados
Y claro, al terminar el verano y hablando de nuestros pies, nos damos cuenta de que igual, no los hemos cuidado todo lo necesario durante estos meses de calor. Al tenerlos mucho más expuestos y no dedicarles demasiada atención, pueden llegar al otoño bastante deteriorados. Y es que las sandalias o zapatos abiertos permiten que la grasa localizada bajo el talón, se expanda hacia los lados y favorezca la aparición de desagradables grietas en los talones, manchas rojas o escamosas, o piel rasgada y pelada, generando incluso picazón o sangrados.
No obstante, el verano no es el único “enemigo” para nuestros pies. Si pasamos demasiado tiempo de pie, o por el contrario, demasiado tiempo parados, en el trabajo, o en casa, si padecemos enfermedades como el “pie de atleta”, soriasis o tiroides, el propio avance de la edad, un clima adverso o deficiencia de vitaminas, minerales y cinc en nuestro organismo, tendremos más opciones de causar cierto deterioro en nuestros pies.